La guardia de infantería policial, cuyos integrantes iban -en forma claramente ilegal- con la cara tapada, utilizó palos, gases lacrimógenos, balas de goma, y hasta perros contra los ciudadanos -muchos de ellos mujeres y niños- que protestaban.
La postura del gobierno nacional, como es habitual cuando los gobernadores aliados reprimen, como en Formosa, Jujuy, etc, ha sido lavarse las manos. "Lo que sucede en las provincias, es una decisión de las provincias", dijo ya el senador Aníbal Fernández.
Pero la política minera no la fijan las provincias, sino el gobierno nacional. Y, sabido es que, de la Presidenta para abajo, han defendido a capa y espada la minería a cielo abierto con utilización de cianuro, como la de Catamarca, San Juan, La Rioja, Santa Cruz, etc. Por ende, débil argumento este de que no tienen nada que ver: esto que se va extendiendo en las provincias cordilleranas argentinas, de pobladores que protestan y resisten, y gobiernos locales que reprimen es responsabilidad directa del gobierno de Cristina Kirchner.
Hágase cargo Presidenta, y ordene a sus aliados poner fin a las represiones, en lugar de hacer críticas insustanciales a la supuestas posiciones "cerradas y dogmáticas" de quienes se oponen a la destrucción del medio ambiente, la depredación y el saqueo.
HUMBERTO TUMINI
MOVIMIENTO LIBRES DEL SUR - FRENTE AMPLIO PROGRESISTA
