Humberto Tumini se refirió al acuerdo entre Fernando "Pino" Solanas y Elisa Carrio. Esto dijo.
En el día de hoy se presenta en sociedad el acuerdo
político entre Fernando Pino Solanas y Elisa Carrió en dirección a las
próximas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Acorde a lo que se ha
informado, formará parte del mismo el referente del Partido Socialista
porteño, el diputado nacional Roy Cortina.
Sin ninguna duda, las fuerzas opositoras debemos buscar
un marco de unidad amplio que nos permita arrebatarle al kirchnerismo
sus senadores y comprometer, así, seriamente la re- reelección de Cristina Kirchner; como
también acechar la mayoría que hasta hoy tiene el macrismo. Habrá, por
tanto, que agotar todas las instancias para lograrlo. Si las diferencias
son las candidaturas, hemos dicho una y otra vez, que tenemos las
internas abiertas para dirimirlas.
Ahora bien: dicha convocatoria a una alianza bien
amplia, no debiera secundarizar absolutamente cuestiones muy importantes
que hacen tanto al presente, como al futuro del país.
El Frente Amplio Progresista se constituyó a los efectos
de llegar al gobierno de la Nación y plasmar una Argentina distinta,
mejor que ésta que viene materializando la administración kirchnerista.
Proyecto plasmado en el programa que aprobamos en el año 2011, y
particularmente en el documento “20 ideas para 20 años”, que presentamos
el 24 de noviembre pasado. El dirigente que -unánimemente-
resolvimos en el FAP, sea nuestro candidato para alcanzar la presidencia
de la república en 2015, es Hermes Binner.
Las alianzas políticas que busquemos, entonces, las fuerzas políticas que integramos el FAP para las legislativas del2013 -más allá de nuestros acuerdos o desacuerdos
puntuales-, debieran respetar tanto nuestro programa, como nuestro
proyecto común: Binner Presidente. No es para nada aceptable apartarse de ello.
Repetimos: En la Ciudad de Buenos Aires debemos hacer un acuerdo opositor muy amplio. Pero, en los marcos del mismo, el sentido común al menos nos debiera orientar respecto de con quienes nos agrupamos más estrechamente.
Elisa Carrió, amén de ser una dirigente con una importante impronta
destructiva de lo que construye -a las pruebas nos remitimos-, y que
busca, como ella misma ha aclarado, un acuerdo puntual para renovar su
banca sin ningún compromiso a futuro con quienes finalmente haga
alianza, es también una permanente detractora de la figura de Hermes Binner.
Una y otra vez en sus intervenciones públicas vincula al presidente del
FAP con la vieja política, a la que paralelamente caracteriza de
corrupta; deforma además, ex profeso, su postura política -la de
Binner-, emparentándola con la del kirchnerismo gobernante. Y así
sucesivamente. Carrió no deja ninguna duda, respecto de que no quiere ver al ex gobernador socialista en La Casa Rosada.
Nos preguntamos nosotros, entonces, con absoluta justicia:
¿Qué hace Roy Cortina formando parte de ese acuerdo que ha constituido
Carrió con Solanas? Porque una cosa es aceptar que debemos hacer una
unidad amplia, incluyéndolos a ellos, más allá de las diferencias muy
importantes que podemos tener y, otra, trabajar directamente para una dirigente que se opone a nuestro proyecto político estratégico.
